El Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y las Villas, situado al noreste de la provincia de Jaén, cuenta con 214.300 hectáreas de superficie, lo que constituye el mayor espacio protegido de España y uno de los mayores de Europa. Está declarado por la UNESCO como Reserva de la Biosfera (1983), Parque Natural (1986) y Zona de Especial Protección para Aves (1987). El valor de la zona no es exclusivamente natural, debido a su gran extensión, el Parque Natural abarca el territorio de 23 municipios que suman un total de 80.000 habitantes.
«Caminante no hay camino, se hace camino al andar»
— Antonio Machado
La intención era pasar unos días en la comarca de la Sierra de Segura —una de las tres comarcas que componen el parque y que suma un 70% del mismo— sin ningún plan concreto, simplemente desconexión y relax. No obstante, 250 km de camino dan para mucho y, haciendo valer la máxima de que el camino no sólo es un medio sino que puede ser un fin en sí mismo, se le intentó sacar rendimiento. Aunque desde Granada la ruta lógica a seguir sería vía Úbeda, experimentamos la cuadratura del círculo. Pusimos dirección Murcia y decidimos, desde el Altiplano granadino , entrar por Santiago de la Espada.
Poco después de pasar Guadix, en el kilómetro 25 de la A-92N, aparece un desvío hacia Baúl, Bácor-Olivar y el Embalse del Negratín. Como hay playa en el embalse y el calor es insoportable decidimos hacerle una visita.
Una vez abandonada la autovía y poniendo rumbo al embalse transitamos por una carretera recta, circundada por pinos, que atraviesa un bonito paisaje de dehesa, paisaje que, combinado con montañas, nos acompañará durante buena parte del camino.
Unos kilómetros más adelante llegamos al pequeño pueblo de Bácor*, aquí encontramos un desvío en el que ambos caminos nos llevan al mismo sitio: al embalse. No obstante, si tomamos el camino de la izquierda, aunque en peor estado, podremos contemplar la presa desde abajo.
Independientemente del camino elegido anteriormente, terminaremos junto a la presa en este bonito mirador.
El Embalse del Negratín está considerado por muchos uno de los embalses más bonitos que existen. De construcción reciente (1984) y situado a medio camino entre Cuevas del Campo y Freila, sus 2.170 hectáreas de superficie y sus más de 560 metros cúbicos lo convierten en el tercer embalse de Andalucía. Su particular entorno y su gran extensión hacen del Negratín una zona con muchas posibilidades de tiempo libre, senderismo, pic-nic, deportes nauticos o bici de montaña, entre otras actividades forman parte de la oferta de ocio de este enclave.
Además, cuenta con tres playas, una en Freila (margen sur) y dos en Cuevas del Campo (al norte), una de ellas nudista. Si bien es cierto que las playas —al menos las que visitamos, las de Cuevas del Campo— están bastante bien, en años como el actual, con el embalse a su máxima capacidad, el tamaño de las playas se reduce considerablemente. No obstante, siguen siendo una opción altamente atractiva.
Después de visitar el Negratín y sus playas continuamos el camino en dirección al Altiplano, para ello tomamos rumbo a Pozo Alcón y Castril por una carretera tan bonita como sinuosa y peligrosa en muchos puntos. Llegando a Huéscar, La Sagra se levanta imponente sobre la planicie.
A pesar de que queríamos disfrutar del camino —lo que incluía parada en Huéscar—, se nos está haciendo tarde y aún nos quedan casi dos horas hasta nuestro destino. Tomamos la carretera de los Collados de la Sagra y, tras bordear ésta, empezamos a ascender en dirección al Puerto de la Losa que se eleva a más de 1700 m.
Al poco de iniciar el descenso del Puerto de la Losa se nos hace de noche llegando a Santiago de la Espada con noche cerrada, aún nos quedan unos 50 minutos para llegar así que decidimos hacer el camino del tirón y posibilidad de fotos.
Tras un día entero dedicado a la «vida contemplativa» y a la lectura anochece en Segura de la Sierra.
Tras la cena iniciamos una corta caminata que nos conduce a la parte más alta del pueblo: su castillo. No podía haber un espacio más apropiado para un concierto del grupo Tricordes: «Sones entre Oriente y Occidente» —Un diálogo musical entre las culturas de la Ruta de la Seda—. Una propuesta musical que fusiona música antigua de procedencias dispares: estilo andalusí, cristiano, sefardí y chino. Además, es especialmente interesante porque no sólo se fusionan estilos, sino que podemos encontrar instrumentos barrocos, turcos y chinos sonando en la misma canción.
Al día siguiente por la tarde hacemos una pequeña excursión —e incursión— hacia territorios manchegos. Visitamos el Nacimiento del Río Mundo. El lugar es, sin dudas, espectacular; sin embargo, tras haberlo visitado hace bastantes años, no pude evitar llevarme una pequeña decepción. La afluencia masiva de gente hace que el lugar parezca una romería. Lo peor no es eso, sino la «adaptación» de los senderos tallando y construyendo escalones, poniendo pasamanos y barandas, balizas e indicadores gigantes y prohibiendo todo lo que no sea pisar el sendero demarcado y mirar. No se puede ni siquiera beber agua del río, de bañarse ni hablar. Una pena.
De vuelta del Nacimiento del Río Mundo pasamos por un pueblo cuyo nombre no nos deja indiferentes.
Y nuestro periplo «segureño» llega a su fin. Toca volver y lo hacemos a la manera de la ida. Nuestra idea es hacer un recorrido circular de todo el Parque Natural. Salimos en dirección Úbeda y nos desviamos a la altura de Torreperogil hacia Quesada, cuna del pintor Rafael Zabaleta, y el Puerto de Tíscar, desde aquí las vistas son impresionantes.
A unos 7 kilómetros tras iniciar el descenso del puerto nos encontramos la Cueva del Agua. La Cueva del Agua o Gruta de las Maravillas es un monumento natural que ha excavado el Río Tíscar a lo largo de los años. El acceso se hace por un túnel de poco más de un metro de alto y se accede a los distintos niveles mediante escaleras.
Finalmente ponemos rumbo a Pozo Alcón y Cuevas del Campo, cerrando la ruta circular que habíamos comenzado días antes.
(*) Bácor: sin duda todo un homenaje el de esta población al dios del vinor (chiste) :-)
¡Buenos días! Soy Abigail, toqué en el concierto de Tricordes que mencionas en este post (yo era la del instrumento chino). Antes de nada, agradecerte que nos menciones en tu blog, es genial que te gustara el concierto. Y quería también pedirte permiso para subir a nuestra página de facebook la foto que hiciste del escenario, es una foto preciosa. Bueno, espero entonces tus noticias. ¡Muchas gracias, de nuevo! ¡Un abrazo!
¡Saludos Abigail!
El concierto fue una sorpresa muy agradable e interesante. No lo esperábamos y fue la guinda perfecta a aquel fin de semana.
Respecto a la foto puedes usarla sin problemas, sólo te pido que enlaces mi página en la descripción de la misma.
Gracias por comentar.
¡Un abrazo!